Base secreta de lanzamiento de misiles de destrucción masiva y alcance continental.
Foto: Entre Morrocoyes, Camaleones y Especuladores.
Venezuela, tras la declaratoria Obama; ¡48 horas antes del día D!:
En la creación de un mundo unipolar, donde el modo y poderío estadounidense sea el único sobre la tierra; la caotización social, creación y señalamiento de estados naciones fallidos, urgidos de tutelaje y ayuda humanitaria, fundamentan la doctrina de intervención bajo el pretexto de necesidad de proteger ante un escenario apocalíptico; de devastación y muerte, de tierra, sociedad, nación arrasada.
Los interesados −mediáticos y caricaturescos héroes, defensores, salvadores de pueblos y naciones oprimidas−, desde su superioridad científica, tecnológica, militar, económica, en manos de contratistas, buscan imponer la gobernanza mundial. Fomentan y financian grupos terroristas, criminales, mercenarios, que instigan, ejecutan la violencia callejera, criminal, contra la sociedad, a lo interno del estado nación escogido. La diplomacia, la economía de estados con gobiernos adláteres, también son puestas, direccionadas en función del objetivo; bloqueos económicos, financieros…, no reconocimientos políticos, constitucionales.
Todo debidamente coordinado hacia el debilitamiento institucional, gubernamental, creación de sociedades descontentas, anarquizadas, descontextualizadas, avergonzadas y negadoras de su identidad nacional, irreversiblemente perdidas, que en medio de la tragedia, irrumpan contra su gobierno, contra sus constituciones, que deriven en desconocimiento institucional, contra la legalidad y legitimidad demandando la preconcebida intervención humanitaria. ¡Presencia de salvadores internacionales, interventores, invasores!
Siria, Libia, Irak; África, Europa, América.
¡Nuestra América!; Haití, Colombia, México, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Honduras, Ecuador, Paraguay, Argentina, Bolivia, Brasil. Venezuela, muestran la crudeza y realidad neocolonizadora.
“Para ser obedecidos no bastan declaraciones, acciones diplomáticas, sanciones económicas… Necesario es que el gobierno de Estados Unidos, ocasionalmente, muestre su poder torciendo, retorciendo el brazo a pueblos, gobiernos, naciones, que no sigan sus directrices”
Señala, en sombría entrevista, Barack Obama; premio Nobel de la Paz, primer presidente negro en la historia estadounidense.
El sistema capitalista, neoliberal, para que funcione; ¿necesario es imponerlo a sangre y fuego, mediante invasiones militares, mercenarias, coloridamente insurreccionales? ¡Devastando todo pueblo o nación que se diga soberana e independiente!
¡Decadente imperio!
Lo propio hace Donald Trump, prepotente, desde Naciones Unidas en Asamblea General; el gobierno de los Estados Unidos amenaza a la humanidad, conmina a secundar cualquiera de sus propuestas. Sin pudor, su presidente y funcionarios de alto rango, expresan al mundo que de no ser respaldados, sancionaran, desconocerán tratados, legislaciones, gobiernos, naciones… ¡A la mismísima Organización de Naciones Unidas!
¡Soberbio imperio! ¡Decadente, vergonzoso, imperio!
¿A dónde va la humanidad? ¿Callará ante el exterminio de pueblos y naciones?
Sus protectorados europeos y americanos enmudecen; ¡parecen no entender o entienden y se aterrorizan!, inadvertidos, desorientados, prefieren callar.
Para Donald Trump y el poder imperial que lo respalda, ninguna organización, legislación, tratado o convenio puede estar por sobre los intereses de la Seguridad Nacional estadounidense. En siglos la humanidad no conoció gobierno tan irrespetuoso, infame, inmoral, que menospreciara tanto la libertad, la democracia, la autodeterminación. El derecho y la institucionalidad internacional. Impunemente expresan tener el poder de imponer su visión y modelo sobre pueblos y naciones.
¡Ni papá Dios está por sobre el poder de los Estados Unidos!
«¡Desde la pretendida imposición de su modelo unipolar, de influencia y poder decisorio mundial, las sociedades, viejas y nuevas, se llenaron de miseria, devastación y muerte!» «¡Hasta el pretendido sueño de unidad europea se desvanece ante la subordinación y sometimiento, impositivo!»
En América se crean, contra el derecho y la institucionalidad internacional, grupos e instituciones de presión y choque, «¡parainstituciones!» al margen de la ley y el derecho internacional; evasoras, transgresoras de principios constitutivos, fundacionales, para la redacción de resoluciones paralelas, sin aval institucional, legal, legitimo, contra Venezuela, su constitución, su institucionalidad y el derecho a la autodeterminación. Contra toda organización, gobierno, estado que osara cuestionar las actuaciones de la actual doctrina de dominio global, hacia la creación, toma y control de tierras arrasadas.
Bajo las mismas formas de actuación antinatura, antipatrióticas, en los países miembros, organizativos y fundadores, de estas parainstituciones se judicializa la política y conculcan derechos en proceder antidemocrático, violatorio de sus constituciones, «¡en alabanza y complacencia del déspota y omnipotente poder!», mientras la Venezuela de principios libertarios, soberanistas intenta, persiste en mantenerse de pie, en defensa de su integridad territorial, su derecho a la autodeterminación, a la igualdad, justicia y paz internacional desde el pensamiento doctrinario de Simón Bolívar, El Libertador de América.
«¿Por qué considerar a Venezuela una nación beligerante, de amenaza inusual y extraordinaria?» «¿Se sentían tan ofendidos y derrotados que no cesaban en edificar causas y efectos para justificar la guerra contra Venezuela?» «¿Están o no en el accionar delictivo de estas complacientes naciones las causas de nuestra miseria?»
En la vigencia del año veinte de la constitución y bicentenario emancipador, las juventudes de esos estados de gobiernos alabarderos, cómplices y envidiosos, levantaran su voz, descargaran su ira; estafados en la creencia de una ejemplar democracia y muy publicitados estados de bienestar, irrumpen con fuerza contra sus gobiernos, sus instituciones, por más y mejor democracia, libertades, oportunidades, protección. Temerosos, sus nefastos gobernantes los reprimen, callan, desaparecen, bajo el pretexto de ser enviados del gobierno venezolano a corromper sus sociedades, en ocultamiento y excusa de sus malos y depravados procederes.
«¿Era Bolívar que regresaba hecho rebeldía juvenil en todo el continente?» «¿Bolívar, defensor de los pueblos oprimidos, hecho polvareda revolucionaria?» «¿Era Bolívar, su ideal emancipador, liberador en la acción de juventudes descontentas, que hacía temblar de pavor a tan nefastos enemigos?»
«¡Sí, tenían mucha razón, era Bolívar hecho pueblo, sociedad, juventud, rebeldía, revuelta, sublevación…, polvareda, que los interpela, les reclama y reprocha su acción antinatura, antipatriótica!» «¡El Bolívar de revoluciones y tempestades de la abuela, que hecho idea liberadora recorría, como mucho tiempo atrás, el continente!»
«¡Si, tienen mucha razón los intrigantes y envidiosos, es el Bolívar de ideales libertarios que los atemoriza y los desnuda!»
Derrotados durante los primeros dieciséis años de vigencia constitucional, para el decadente estado opresor, la institucionalidad bolivariana contenida en la constitución nacional; «no debe ni puede ser permitida» «¡No debía continuar!» «¡Su influencia hacia el continente, hacia el mundo, es devastadora de sus ambiciosos planes de dominación!», optando por una grosera, abierta, demente y decidida intervención de agresión multidimensional contra toda la nación venezolana. «¡Mediante la llamada Orden Ejecutiva, colocan en la escena mundial la Cuestión Venezuela, activando la mayor agresión contra país alguno en este continente en los últimos doscientos años!»
Con la declaratoria, encubierta de la guerra, dicen y conminan al resto de las naciones a desconocer al gobierno, la institucionalidad, la constitución venezolana, declarando a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para su seguridad nacional y consecuentemente de sus protectorados en el continente, en el mundo. «¡Exigen de cualquier gobierno o nación consecuencia y reciprocidad según sus marcos normativos, legislativos internos, en pretensión y extensión de alcance global, extraterritorial!» «¡No faltaran los aduladores, falderos, latinoamericanos y europeos seguidores, participes de tal imposición!» «¡Pero el mundo, no eran esos cuatro paisitos, protectorados, sumisos; no, era mucho más basto y diverso!»
A doscientos años de la idea integradora bolivariana, desde Panamá, desplegaron toda una campaña desintegradora, de amenazas, chantajes, intrigas contra los no convencidos, incrédulos y más pequeños países, «¡allí también serán derrotados!» «¡Sin duda ni vacilación, su siniestra declaratoria de guerra, nunca antes emitida contra nación americana, era derrota!» «¡Por la diplomacia de paz bolivariana!» «¡Por los descalzos, descamisados e incultos hijos de Bolívar, impensables miembros del legendario ejercito libertador!»
Tras una nueva derrota política y diplomática, intentan pasar la página de la historia heroica, «¡gloriosa y liberadora historia!», también la perversa historia que los condena. «Para el despropósito de la cumbre y sus organizadores lo trascendente en Panamá, debía ser la agresión y sometimiento al Estado-Nación venezolano. ¡No la historia!» «¡Qué miserables!» «¡Ridículos, hazmerreír mundial en su pretensión antivenezolana!»
De seria y profunda preocupación toda la disposición de agresión, intento de creación del escenario bélico que legitime y les autorice la guerra contra Venezuela, su constitución, su institucionalidad. «¡De comedia trágica, burda, ridícula todo aquel espectáculo!» «¿Cómo Venezuela podía ser una amenaza para la potencia bélica más poderosa de la humanidad y sus protectorados?»
La derrota política y diplomática de todas estas pretensiones circenses contra Venezuela, desde la Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá, en marzo de dos mil quince, representaba, en aquel momento de la historia venezolana, la más significativa y clara victoria moral, ética, social desde la vigencia de la Constitución Bolivariana y en consecuencia; la victoria política y diplomática del pueblo venezolano sobre las malignas fuerzas antipatrióticas, que definiría en lo adelante y durante los próximos cuatro años la abierta, directa y desvergonzada agresión multidimensional, internacional contra toda la nación venezolana.
«¡El proyecto de constitución bolivariana no debe ni puede continuar, no debe consolidarse ni mostrarse victorioso ante los pueblos oprimidos del continente, del mundo!» «¡Para los ambiciosos y despiadados hombres representaba la continuidad o no de su propia existencia y poder sobre pueblos y naciones!»
«¡No les quedó otra que irse por el mundo, por el continente, sobre instituciones, gobiernos y naciones que pretendieran emular el ejemplo de constitución venezolana, hacia la construcción de sociedades más justas y humanas!»
«¡Derrotadas; conculcaron derechos, libertades, instituciones, gobiernos y emprendieron desde ellas la más sórdida y gansteril agresión contra nación, sociedad alguna de este continente, en los últimos doscientos años de historia!» «¡Así, durante los últimos cinco años llegamos a este estado de miseria!» «¿Lo ven?» «¡Sí, lo ven todos y cada uno de los venezolanos, pero desde la óptica y mezquindad política, lo callan, no lo condenan, con su silencio, lo justifican!» «¡También son cómplices, coparticipes de la agresión contra su propia patria y la idea de un mundo mejor!» «¡Derrotados en todos los ámbitos y campañas emprendidas durante los últimos veinte años, no les queda otra que callar!» «Mostrarse desconocedores del asunto, culpar al gobierno, al proyecto político, a la propia constitución»…
«Se les olvida que a la hostilidad y violencia terrorista la llamaron Guarimba para evadir responsabilidades penales por crímenes horrendos, de lesa humanidad, de lesa patria» «Crímenes cometidos contra toda la sociedad venezolana y con los que, después de concebidos y ejecutados, van por el mundo acusando al gobierno venezolano de tiranía, violador de derechos humanos» «Creación cinematográfica de la democracia fallida, necesitada de intervención, tutelaje, desde su doctrina de seguridad nacional, ¡hipócritas!» «Hacia la conculcación de la paz social; económica, jurídica, política, cultural, deportiva…» «¡Del don de gente, de identidad nacional, de humanidad!»
Es común en todas partes observar a todo mundo quejándose de todo y por todo lo malo, a la vez que justifican toda agresión que somete y conduce al estado de miseria y calamidad que se vive. «¡Nadie, desde la mentalidad opositora, critica la actuación antipatriótica de opositores, sus líderes, ni de los enemigos externos a sabiendas de todo lo malo y miserias que en esos países se vivía!» «¡Piensan y han sido convencidos que son sus salvadores!»
[This story will continue]
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Tomado de: El Sur también existe; la rebeldía de los pueblos, en preparación.
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