Constituciones.
Foto: Entre Morrocoyes, Camaleones y Especuladores.
Al alba del insipiente milenio, como en siglos pasados, las elites dominantes −económicas, religiosas, académicas, políticas, culturales, empresariales…− claman por intervención divina que perpetúe su permanencia en el poder y castigue a los incultos, a los innobles; oprimidos, excluidos, desdentados…
¡Barbaros tercermundistas!
¡Un diluvio cayó sobre la tierra, contra toda Venezuela, la patria vieja!
Contra toda adversidad; el miércoles 15 de Diciembre de 1999, bajo un aguacero apocalíptico, desde los más recónditos rincones de esta Tierra de Gracia, el pueblo venezolano, por años humillado, despreciado, excluido, en ejercicio inédito de su soberanía política, social, nacional; concurre en libre, plena y democrática expresión de voluntad y pensamiento, al referéndum popular, electoral, que aprueba, da vida a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
−¡Entre la tormenta, con extremo dolor y sacrificio, en manos del pueblo venezolano, la Patria vieja paria una Patria Nueva!
Patria soñada, irreverente, fundamentada en el pensamiento emancipador de Simón Bolívar; contra la opresión, la esclavitud, la dominación, por la igualdad; equidad social, política, económica, educativa, cultural. ¡Justa!
Con respeto al derecho y legislación internacional, a la autodeterminación, a las relaciones fraternas entre pueblos y naciones.
−¡Nacía la Venezuela Bolivariana! Una Patria de reivindicación social, que busca, define y sustenta en elementos históricos y culturales un camino propio, posible, viable, de justicia y equidad.
La patria de Simón Bolívar; la que por siglos, desde el más recóndito rincón territorial e histórico, contra toda adversidad natural o perversión humana se proclama soberana e independiente, amante de la paz.
Desde entonces, durante los últimos veinte años, viejos y nuevos imperios no cesan en su empeño contra la Patria Nueva, tras de cada derrota, reinician, reinventan el plan de agresión, de llamados al desconocimiento institucional de la Patria Bolivariana. Promueven, instigan, protagonizan, como actores principales sin ambigüedad ni pudor, la creación del estado-nación fallido, urgido de la llamada intervención humanitaria como nuevo método de intervención colonizadora.
En esta hora difícil, vertiginosa, de acontecimientos convulsos, de extrema conflictividad social, política y económica, de comienzos del año 2019, a veinte años de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela −¡Año Bicentenario del Discurso de Angostura, hito en la lucha emancipadora nuestra americana!−, la tragedia del pueblo venezolano está en no tener una oposición de pensamiento nacional, integrador, con visión de futuro hacia la consolidación de la Patria buena, de bien vivir, soberana e independiente. Una oposición nacionalista de corazón, identidad, valores y pensamiento en correspondencia al pueblo venezolano, latinoamericano.
Ellos; opositores amantes, defensores del individualismo, del capitalismo y sus democracias liberales excluyentes, enemigos internos y externos de la Patria, cual restauradores del capitalismo colonial, parecen no aprender, no entender, que la Venezuela Bolivariana de proyecto autónomo, democrático, incluyente, reivindicativo, perfectible… −¡Faro nuestro americano, como último bastión continental en defensa de la humanidad!−, es y se dirá por siempre libre, soberana e independiente.
Una Patria que ante cualquier intento de intervencionismo, vasallaje imperial −¡durante siglos cada 12 de Febrero, 19 de Abril, 24 de junio, 5 de Julio!−, expresa y recuerda al mundo su absoluta, instintiva e inquebrantable voluntad de vivir en ¡Libertad!
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Publicado originalmente en:
Venezuela Bolivariana: ¡Extraordinaria e inusual Venezuela!…
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